Eso decía Vargas Llosa. Para ser precisos, lo escribió. Comas no es un distrito saludable. Aquí la policía ha ubicado a más de una banda de “impresentables” (quedémonos con esa expresión). Los asesinos no esperan el fin de semana para ejercer su oficio de matarifes: cualquier día de la semana es aparente para “desvivir” a otro matarife o a un sujeto común y corriente.
No vamos a descubrir la pólvora. Nada hay que no haya sido dicho ya. Pero podemos tratar de darle un enfoque algo distinto a cómo la prensa capitalina aborda los enormes problemas de esta hora.
Pretendemos una manera algo diferenciada de tratar los hechos. Allá vamos.